jueves, 27 de septiembre de 2012

Act.2 "Encontrar vida fuera de la tierra.....

Por probabilidad es muy posible. Sólo en nuestra galaxia, la Vía Láctea, se estima una población mayor a los 200,000 millones de estrellas. Son visibles, al menos, unas 5 mil millones de galaxias y se estima en realidad hay unos 200 mil millones, cada una con un número similar de estrellas a la Vía Láctea. Es casi imposible pensar que sólo un planeta, de una de esas estrellas, de una sola galaxia, ha reunido las condiciones suficientes para que se origine la vida. Por otra parte, es muy probable que cada estrella tuviese al menos dos planetas, por lo que el número de planetas sería el doble del número de estrellas. Es importante considerar también que hablar de vida en lo general puede significar referirse desde bacterias o microorganismos unicelulares muy rudimentarios. Hablar de una especie tan compleja como el ser humano implica referirse en cierta forma a vida inteligente. La vida en general puede ser más abundante de lo que suponemos. Esta como muestra el aún discutido descubrimiento en 1996 de fósiles de bacterias en un meteorito marciano localizado en la Antártida. El satélite natural de Júpiter, Europa, podría contar con un océano bajo su suelo congelado en el cual se presentaran temperaturas y condiciones de vida rudimentaria. Por otra parte, el reciente descubrimiento de posibles mantos acuíferos en el planeta Marte también alienta la existencia de vida rudimentaria en ese planeta. Lo que podríamos llamar vida inteligente, más o menos evolucionada que la nuestra, podría ser menos común que la presencia de vida en general, por el cúmulo de condiciones que se requieren para que ésta evolucione. Lo ciertamente difícil es localizar vida inteligente en otro lugar del Universo. Esto, además, traería cambios y consecuencias muy importantes en nuestra vivencia. Tendríamos que considerar un aspecto ante esto: una cosa es encontrar vida en cualquier forma y la otra es localizar vida inteligente. Vestigios de vida en un aspecto general, podría haber sido encontrada en 1996 en un meteorito marciano, aunque aún se encuentra en discusión tales conclusiones. Otras posibilidades de encontrar vida se presentan en Marte ante el reciente hallazgo de rastros de agua o en el hipotético océano que existe bajo el suelo congelado de Europa, satélite natural de Júpiter. Encontrar vida inteligente es algo mucho más difícil. Hay programas serios como el de SETI escuchando el espacio en espera de captar en algún momento una señal de vida inteligente. Si esto ocurriera, sería uno de los mayores hallazgos en la historia de nuestra especie e indudablemente implicaría un choque cultural muy interesante. Las naves Pioneer y Voyager que han salido del Sistema Solar, llevan mensajes de nuestro planeta para el hipotético caso de que fueran encontradas por alguna civilización inteligente. Las Pioneer portan unas placas y los Voyager llevan unos discos.

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